martes, 10 de julio de 2018

De extrañar...

Son los 90s.. tal vez estoy en secundaria o algo así. Estoy en la  casa de mi abuela buscando cosas perdidas en el enorme mueble del comedor y sin querer encuentro unos discos mini.. Mi abuela sonríe y me dice que ponga el de Cat Stevens, uno rojo del que  me quejo de que solo tenga una canción y ella me dice  que es lo de menos, que me va a encantar y no lo voy a querer quitar.
Acierta, como siempre acertaba.
Después de eso lo dejé ahi en la sala, junto al tocadiscos de un mueble largo de madera que aún recuerdo tanto. Siempre que podía lo escuchaba, con ella o no. Es una canción mágica llena de verdades : "Baby, baby its a wild world.." Oh hell yeah, it is
El año  pasado perdí a mi abuela.. justo para estas fechas. Aún lo escribo y me lloran los ojos, porque such is life. Pareciera que siempre perdemos lo que más queremos, como una crueeldad infinita... para lo que al parecer, se nace.  Perdí a mi abuela aunque físicamente tal vez ya la había comenzado a perder a pedazos. Cuando se fue sentí una infinita tristeza, pero también sentí paz. Ella ya quería irse desde que le fallaban las piernas y solo podía ir a donde la quisieran llevar. Ella siempre fue fuerte, independiente, nacida fuera de época... y se fue consumiendo de a poco, aunque nunca dejamos de asombrarnos de su entereza mental y de que nos siguiera reconociendo a casi todos, a los "consentidos"más como bien dijeran los primos que jamás congeniaron con ella porque no la supieron descifrar. Mi abuela era única. ¿Qué no hubiera hecho en éstas épocas? A veces pienso en eso y me enojo un poco conmigo misma. Tal vez porque hubo un tiempo en el que ella no aprobó que estudiara lo que estudié ni que hiciera lo que hago; me veía en otros lados, en otros mundos, haciendo cosas más interesantes que ir a "encerrarme en un pueblo" como ella decía. Un año entero no me habló, hasta que un día aceptó mi destino con resignación  porque sabía que ella formaba parte de esa herencia que me hacia querer ser lo que soy hoy.  Mi abuela fue una gran maestra, la mejor que he conocido. Es mi maestra hasta hoy, cuando la recuerdo. Ojalá yo logre algún día ser como ella.
Mi abuela me compró mi primer auto a mis dieciseis años y me hizo pagárselo peso por peso.. haciéndome sentir que al final podía hacer todo por mí misma, que era invencible. Me enseñó a manejar, me hizo su brazo derecho en su negocio, me construyó la confianza.. Me enseñó a dar clases desde mis catorce años. Me formó.
Podría contar más de mil anécdotas de mi abuela, de la nada que tenía, de su sobrevivir a una infancia terrible en la que la obligaron a trabajar desde muy niña, de alguien que tuvo que esperar a su primer salario para comprarse una muñeca que conservó por siempre.. de una mujer que se casó a los dieciocho y se divorció a los diecinueve con mi mamá en brazos en una época en la que hacerlo era un suicidio social, una letra escarlata en la frente.. en Mérida!Un escándalo que poco le importó ..De la que nunca le pidió nada al ex marido y salió adelante sola. De una mujer que se volvió a casar y supo encontrar un hombre que hizo de mi madre su hija, otra cosa no tan fácil de encontrar. De mi abuela, una mujer que corregía lo que no le parecía adecuado o con lo que no estaba de acuerdo de la biblia con corrector en su tiempo libre. Lamento enormemente que su biblia se haya perdido en el reparto de sus cosas. Porque es la única biblia que me gustaría tener.. de todas las biblias del mundo.
Ahora que la recuerdo con esta canción me quedo con algunas de esas frases como si ella me las dijera.. Baby baby, its a wild world. Y aquí le paro porque si sigo escribiendo voy a llorar.
La extraño, infinitamente en este wild world...


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