miércoles, 5 de junio de 2013

No te borré, te borraste..



Si me preguntan, no existen las cosas definitivas ni los absolutos adioses. Se hace el intento de borrar y continuar como si en la plena era cibernética todo fuera tan fácil como formatear nuestra memoria emocional haciendo click en *Unfriend*, como si pudiéramos borrar el sentimiento bueno, malo, incómodo o negado. Que falacia.
El contacto se va, la persona también, pero el sentimiento se queda ahí. Y es que algo pasa, algo se rompe. Y lo roto no se puede reiniciar.
¿A dónde se va todo lo que se borra? ¿Con quién se queda todo lo que no se dice?  A veces pasa el tiempo y uno vuelve, de puntillas y en silencio. Casi no queriendo, arriesgándose. Y puede ser que aquello que se perdió regrese convertido en otra cosa. En un hola disfrazado de un "lo siento, fuí un idiota"y todo fluya, suave y delicado como lo fantástico de lo sencillo  o que se dé la media vuelta en cualquier silencio que pueda significar lo que uno quiera.O puede que regrese en la nada, para quedarse. Y que ahí se quede toda la nada, inmóvil.
Es una mentira afirmar que las redes sociales no influyan de una u otra forma en la vida de uno. Y lo es porque muchas veces utilizamos lenguajes más tajantes que jamás nos atreveríamos a usar en persona cuando queremos sacar a alguien de nuestra virtualidad y seguro seríamos mucho más sutiles y delicados si tuviéramos los ojos en cuestión de frente y claro que no seríamos tan valientes. Dar unfollow en la vida real es más difícil, es cierto. El 40% de quienes eliminan a alguien en el FB afirman que en la vida real evitarían toparse con esa persona, quizá el 45% lo cumple. Pero qué importa cuando uno de los otros milchorromil contactos ni siquiera nota que los has eliminado, que pasan desapercibidos. Qué vale cuando lo que se pierde es un ensayo de la nada. Cuando uno se desliza por momentos en los que uno mismo es inalcanzable, o el más ligero hartazgo cotidiano. En esos ratos en los que te pierdes y no estás ni en tí. ¿Habrá quién lo entienda? Nada justifica el berrinche, es cierto. Pero la insensatez de dejar de estar aún queriendo es peor. ¿Quién es más libre? ¿Quién se va y vuelve por ganas  o el que se va y jamás regresa por terquedad aunque las ganas le puedan? ¿Quién hace realmente lo que quiere?
Yo he borrado, me han borrado, se han borrado. Me he ido, he vuelto, jamás he vuelto y un sinfín de ensayos de la tecnología del follow-unfollow-friend-unfriend cotidiana. ¿Importa? Podría ser que importe cuando una tarde  cualquiera piensas en los sinsabores de la vida moderna. En el efímero valor de eliminar a quién sea por los motivos cuales sean. O aún lo peor, cuando ese contacto se queda y a la vez se borra. Los nuevos fantasmas tecnológicos  tal vez no nos sigan de manera evidente pero seguro que lo hacen con el pensamiento, y en mis estadísticas inventadas el 100% de  quienes te siguen con el pensamiento quisieran hacerlo en la vida real. Pero yo qué sé, solo soy un fantasma. Y muy probablemente tú que lees ésto también lo seas..




I think last night, you were driving circles around me



Lobo Estepario @cafemarago
De cuando encuentras las respuestas y las preguntas se quedaron lejos.

Mis viejas

Me propuse hacerme una lista de algunas mujeres, unas famosas y otras no tanto que me hacen sentirme orgullosa de mi género. Y aquí están. ...