lunes, 10 de septiembre de 2018

Quiero un loop protagónico... en tiempos de performance involuntario..

Seducir es un arte. Se seduce con las palabras, con las miradas, con un aroma.. por los oídos. Se puede seducir con una sonrisa sutil, o con el simple hecho de rozarse muy cerca de a quien se seduce. En estos tiempos de la vida rappi... de quién te haga los mandados con el mínimo esfuerzo, de quién te haga match en una aplicación para simples y plásticos para nada fantásticos. Me he deprimido enormemente usando aplicaciones de esas.. simplemente no pude conectar, fail completo. Creo que soy ya de la vieja escuela.. de la que necesita una buena plática con un universo de posibilidades al otro lado de cualquier chat. Un par de ojos frente a mí, una amistad inicial que vaya en aumentativo.. No sé..  Solo sé que cuando un  "Hola, vamos a coger" brillaba en mi pantalla..más de una vez, en más de una versión..  yo torcía la boca mientras le daba delete y volvía a pensar que son tiempos difíciles para los soñadores. Lastimosamente difíciles.  ¿Qué  acaso es mucho pedir incluso un poco de intención disfrazada? igual y ya sé para dónde vamos pero.. ¿y la seducción? ¿Qué pasó con aquel.. hola qué te gusta hacer? tan básico y de cajón.  No me mal entiendan, jamás he sido una mojigata... ni mucho menos. Y siempre he pensado que dejarse seducir es un pasaporte a la aventura.. Pero, ¿dónde está la aventura en todo esto? ¿Qué debía contestar? ¿Qué esperaban los finos caballero del otro lado de mi chat que les respondiera? Acaso un: si claro, casual.. ¿tienes condón o quieres que yo los lleve? ¿en qué motel nos vemos? ¿cuánto te mide el pene? ¿con gemidos o en silencio...? ¿con orgasmo fingido o la pura calentura como va?

Qué flojera tan  infinita...

Soda Stéreo dice en "zoom" que lo que seduce nunca suele estar donde se piensa. Creo que en estos tiempos aquello que seduce en realidad no está ahí, tras esa pantalla impersonal.  Al menos no para mi..

PORQUE ZOOM.
Y me largo a reir.


sábado, 1 de septiembre de 2018

Amo a los hombres.

Sí, los amo.. y lo digo así en este rollo cursi inaudito: los amo con un amor que es más grande que yo y que como un océano me envuelve por completo. He de atreverme a escribirlo con todas las ganas de recordármelo para tener presente este amor desmedido que no puedo contener, después de mucho tiempo de no poder hacerlo.
Sí, amo a los hombres y los amo más aún si son desafiantes, inconformes y rebeldes planeadores de mundos diferentes. Amo mucho menos a los que son ordinarios, a esos que salen de madrugada a construir sus propias ciudades, ordinarias. De amores y romances ordinarios..
 Amo  dulcemente a los ambiciosos, que convierten su hombría en una sanguinaria máquina de sumar. Amo por sobre todo a los poetas,porque que conocen la trascendencia de una conversación y que inventan mundos aparte de una sencilla palabra, esa maravilla. Amo a los hombres de colores, que crean belleza para los ojos del mundo en una pieza de arte, en un diseño o en una fotografía. Amo que puedan materializar la más profunda tristeza con colores o el mejor momento de tu vida. Amo a los solitarios, que existen más allá del amor y de la comprensión simple, sumergidos en sus laberintos de gigantes preguntas y que nadan en lo absurdo de sus respuestas. Amo sus esfuerzos, su no pertenencia, sus ganas de pensar distinto. Amo sus dobles intenciones que cuando he tenido la suficiente suerte he  intuido  de antemano,  de las cuales me gusta ser envuelta y fingir asombro. Adoro su aroma fuerte pero a la vez suave que huelan a cigarro y si se puede  a un poco de licor.. amo las sonrisas insinuantes que me ha regalado uno que otro. Amo la forma en que en algún momento de mi vida uno de ellos se volvió mi droga infalible. Amo la forma en que los más audaces reconocen nuestras diferencias, y se permiten caminar junto a su hombro sin juzgarte por la controversia de tu género. Amo a los hombres que más que puedan estar muy lejos de ser feministas lo son más que en la teoría  en la práctica. Aún sin saberlo y sin limitaciones técnicas. 
Amo su capacidad de demostrar que aman de una forma distinta a la que anuncian en la tele y la que se inventan en novelas rosa. Amo que sean un complemento en nuestras vidas, amo que sean por un rato o para siempre. Amo a los que me han dejado sentir deseo amoroso, los que me han llenado de besos y de caricias. Amo a los que en algún momento dejé ir por que me enseñaron a dejarlos libres, amo su libertad y que aún de vez en cuando me pregunten cómo estoy. Amo los silencios con complicidad que he tenido con un hombre y admitiré de igual forma que los mejores ratos los he pasado con alguno, en sus ojos. 
Los amo así, porque la mujer y el amor son cosas inseparables. Amo a los que nunca cambian, a los que cambian pero no cambian del todo. Amo su simpleza y su tranquilidad. Amo que no puedan pensar en dos cosas al mismo tiempo, que no entiendan cómo hacemos tantas cosas que hacemos las mujeres cuando no nos queda de otra. Amo su comprensión, su compañerismo. Su: oye, somos un equipo.. Amo que insistan, que quieran que hagas lo que quieren...y todo el proceso de convencerte sin emplear la fuerza bruta. Amo sus muchas horas de lujuria de todos los días, amo que no la escondan y sepan compartirla provocando la risa, amo a los que juegan al amor. Amo las formas tan distintas de cada uno de demostrar afecto. Amo a los hombres que lloran cuando es necesario hacerlo, amo esa fortaleza de saberse débil, humano. Amo que no me olviden pero más amo que vuelva cuando lo creí perdido para siempre. Amo ese sentirse amada que nos dan a manos llenas. Amo a los que saben también ser amigos y estar cuando lo necesitas.  Amo que alguno por ahí lea ésto y sonría sintiéndose apreciado, maravilloso, único. Amo que NO todos sean iguales. Amo que el mío, perfectamente imperfecto ande aún por ahí buscándome y lo amaré cuando me encuentre. 
Amo los secretos que se guardan y que nunca nos dicen. Amo que nos escondan su lado suave, pero amo más cuando lo comparten.. Y hago notar que no amo a los hombres por el hecho de ser hombres, sino más que nada porque son.
Porque hay hombres y de los otros.
Y yo siempre preferiré a los primeros. 

Hubiera

Unas miradas
que se encuentran
en un café
desierto

Un lunar
en tu cuello
que es capaz
de volverme loca

y cinco segundos..

para encender otro cigarro,
darle un trago al vino
y ver cómo llega una tipa
que te besa
con la mitad de las ganas
con que lo hubiera
hecho yo.

Seres..

Seres extravagantes y remotos que son los hombres. No los "hombres de una casa" que son casi siempre como muebles y a veces son como sábanas, sino los que te miran con ojos de codicia y curiosidad. Los que piensan en tí con todo y piernas, con sueños y labios..en tí con todo y el hueco bajo la cintura. Los que piensan en tí como en algo que es también extravagante, remoto, impredecible y turbador..

El lado oscuro de la lunática..

Desde el balcón - mientras fumaba - veía debajo a la gente ir y venir mientras arriba la luna permanecía inmóvil y brillante.Contaba largas historias en voz alta sentada en el piso, mientras imaginaba que él se acurrucaba en alguna parte a escucharlas. El deber beber y él sólo fumar(pensaba para consolarse). Así de simple. Así de simple como se vienen los recuerdos cuando evocamos a alguien.Solos ambos en todas partes y en ninguna. Una copa de vino sería suficiente  para sumergirse aún sin estar,en el repertorio de  posibilidades de una luna que convertía en poeta al más lunático.Para hacerla aparecerse a  toda ella, lunática como la misma luna y su copa de vino imaginaria. 
En su testosterónica memoria, recordó aquel verano en el que era virgen y lo era con orgullo, pero de ese orgullo que está  lleno de abstenciones. Abstenciones como pertencerle a quién fuera,antes de suya. Recordó aquél tiempo en el que amaba a varios paralelamente, a sabiendas de unos, otros y de todo el mundo. En ese contexto tuvo solamente un amor casi inaceptable. Uno que siempre tuvo presencia en el vaivén constante de sus otros amores. Fue su amante ocasional, con altos y bajos , pero amante siempre. Ella fue su primer amor, su primer beso fue suyo, el primer cuerpo que tuvo en su cama también y con ésto todos sus temores y delirios. Fueron leales hasta el último día. Hasta el día de su muerte. Fué un accidente. Él, que mereció la más heróica de las muertes. Muerto en un simple, absurdo e inútil accidente.
Cuando ella lo miró en el ataúd, un día frío a finales de enero; no pudo ver más allá que el  primer cuerpo de su cuerpo que dejaba de tener vida, se sintió traicionada, abandonada y lanzada  al olvido. Por él. Por él que había prometido quererla toda la vida, aunque hasta ese momento ella no comprendiera que todo aquello lo había cumplido a la perfección. Aunque lo comprendiera nunca.
El deber beber y él sólo fumar(pensaba para consolarse). Así de simple. Evocándolo todos los días.
Se incorporó del piso y se guardó el resto del cigarro que había conseguido sobornando a quienes tenían la tarea de vigilar la puerta de su habitación blanca todas las noches. La luna intacta sobre el cielo y el viento frío sobre su rostro, le recordaban que los cuentos largos se terminan. Un accidente, un absurdo e inútil accidente que me dejó con las manos rojas (pensaba para consolarse). 

¿Qué tan grande es internet?

Esto es tan otro y tan grande que no cabe en la geografía de mi cabeza. Por eso hay tanta gente que está un rato y luego se va..como huyendo de una aglomeración en hora pico, yo debería de aprender a hacer eso. Y aunque sé que es muy grande y con muchísimas ventajas..me preocupa..me preocupa que sea tan grande como la última película de Batman.
La idea de que enmedio de esta inmensidad aún haya algo, es seductora, aunque cuando ya se ha habitado algo de tiempo en ella se comienzan a ver los pros y los contras. Desde metafóricos volcanes en erupción, hasta paseos en góndola, pasando por cielos diurnos en plena noche con el fondo musical que tu quieras, explorar y explorar sin cansancio, esta ciudad de las apuestas en bytes está plagada de atracciones, pero al igual que cualquier metrópoli también tiene su lado oscuro: es tan grande que te pierdes.


Mis viejas

Me propuse hacerme una lista de algunas mujeres, unas famosas y otras no tanto que me hacen sentirme orgullosa de mi género. Y aquí están. ...