martes, 30 de agosto de 2011

Mtv, el obituario.



Después de leer en el blog de mi amigo David un introspectivo post sobre los 30 años de Mtv  como un presagio de los peores VMAs que he visto en mi melomaniática y ya cuasi larga vida, no puedo más que coincidir en muchas cosas. Sobretodo en aquello de que en efecto, afortunadamente existe una generación que pudimos disfrutar de aquel MTV irreverente y lleno de propuestas sociales e invitación a la conciencia, del cual nos queda solo eso: un bonito y tierno recuerdo.
Recuerdo cuando la entrega de premios tan esperada, se llenaba de artistas que esperábamos ver dando un show extraordinario y pocas veces nos defraudaba. Mucha gente dirá que ahora, ya muy por fuera del rango de edad a quienes está dirigido ese canal, es iluso esperar un buen show musical. Lo que deja en el análisis: ¿lo que vimos en la última entrega de premios es lo que las nuevas generaciones  realmente quieren ver? Al parecer la respuesta es afirmativa, lo cual es bastante triste. Aunque por otra parte, podría pensarse que la televisión ya no es el centro de todo y que al contrario de sentirse defraudado por la escena musical actual se debería  pensar en el otro sinfín de opciones de apertura musical que nos da la red. Mtv perdió por completo su identidad al momento de eliminar sus letras "music television"  y al hacerlo también perdió la credibilidad y se dirige con rumbo a la decadencia y tal vez en un futuro no muy lejano  llegue a su fin. Podríamos afirmar que MTV no evolucionó y se extinguió. Esto para tener  la convicción de que  la escena musical de lo que podemos escuchar aún en nuestras radios de Last.fm , itunes, spotify y blogs musicales aún no ha claudicado y está en completa evolución.
Quiero pensar sin temor a equivocarme, que posiblemente el verdadero motivo de que los VMAs 2011 hayan sido lo peor que he visto, es que los verdaderos artistas que valen la pena y dan buen show acudieron al entierro de Mtv hace ya tres años cuando dejó de ser music television y optaron por negarse a aparecer en unos "premios" inventados por un canal que programa de todo menos buena música. La música no ha muerto y MTV tampoco es su obituario, cuando la esencia desaparece se pierde el sentido de todo. A eso podríamos resumir el actual MTV, me quedo con los buenos recuerdos que me dejó y resignada lo dejo  Descansar en trash. (Fin de la transmisión)

En memoria de MTV le sobrevive el mejor performance de la historia. ¿De  quién más sino del Rey del Pop?



lunes, 29 de agosto de 2011

La ruta de los puentes y los abismos

"Buenos Aires se ve....tan susceptible"


No sé qué tendrá Buenos Aires, pero quiero saberlo.
La Buenos Aires de Cortázar  o mejor dicho de Adán Buenosayres  que en su autobiografía nos lleva de la mano por sus soledades y sus calles. Soledades oscuras, introspecciones que más que llevar a la locura, llevan a la calma de no saberse tan solo en este mundo de accidentes y promesas. Tal vez sea la única ciudad donde cae el sol y se puede continuar soñando. La Buenos Aires sensual de Roberto Arlt y sus siete locos. La ciudad que inspiró a Alfonsina Storni, con sus salas de cine donde dan ganas de imaginarse qué películas disfrutaba con Horacio de Quiroga. Alfonsina y Horacio en Buenos Aires escuchando a Wagner. Solo ella sabe el verdadero secreto y si fueron amantes. Buenos Aires y los poemas. 
Más que Paris, me da más ganas  jugar a ser flâneurs como Horacio y la Maga en La Capital Federal. Aunque Horacio no llegó a ser Ulises, nunca fue héroe, nunca encontró el camino, pero ciertamente, a su regreso, dijo su narrador: En París todo le era Buenos Aires.  Tal vez fue por eso.Tal vez a veces todo nos sea Buenos Aires.


Definitivamente hay algo en esa ciudad de Tango y maravilllas, de letras, flores y madres que aún buscan a sus hijos llorando por ellos en una plaza llena de añoranza. Quizás y son esos secretos que guardó de Alfonsina y Horacio, los de Oliveira y la Maga tan en París pero sin dejarla. Tal vez sea Mafalda tan de los 60s y tan de ahora. 
Por el momento ,deduzco la Buenos Aires de Sábato, de Borges y de todos ellos. La de Cerati y la de Páez. Cae el sol y sigo soñando con algún extraño destino que un buen día pueda llevarme a caminar por las calles vacías de Buenos Aires Argentina.







domingo, 28 de agosto de 2011

La imaginación del desencanto (título profético)



Siempre he criticado a las mujeres que hacen malabares para que un alguien, generalmente un hombre, deje caer su mirada sobre ellas, y otras partes. Es una inutilidad ser tan obvia (me repito a mi misma cada vez que puedo) pero, algunas veces las admiro. Yo nunca he podido. Me he auto educado para bien o para mal, para andar por la vida como quién se pasea por una librería buscando algo que nos pueda mover los sesos. Eso han sido los romances para mí. Pocos, breves y escasos como la mayoría de quienes me leen podrían creer. Casi siempre me han desencantado. Me he ido y me han dejado. Ha habido de todo. Such is life.
 De igual forma, odio imaginar e idealizar a las personas.. siento que es una invasión autoritaria a lo que realmente son. Pero ésta vez (y solo ésta vez) he andado por las ramas saltando de una manera inverosímil, como nunca, idealizando de manera indebida. Y he de confesar que me encuentro un poco horrorizada.
 Imaginé, me encanté, me embelesé..de una manera absurdísima. ¿Qué diablos?. Me he visto impávida ante mi audacia desmayada ante un "alguien";efectivamente, de un hombre al que no conozco. Me he visto atemorizada de que algo tan maravillante pudiera sucederme a mí, que exista y que piense lo que piensa de manera tan inversamente proporcional a lo que podría llamar: ser un auténtico antagonista.
Y no me reconozco. 
Al no reconocerme más como yo, me propuse la autocensura. 
Censurarme de ésta realidad tan aplastante como el cigarro que me fumo ahora mismo. Se me aturde mi independencia emocional, mis ganas insólitas de no volver a ilusionarme con nada ni con nadie, y se me rinden. Me quedo sin fuerzas. Tampoco creo en las señales ni en los mensajes ocultos en todas las cosas..soy pésima descifrando acciones y palabras. Pero ésta vez me gustaría tener un poco de ese tacto, quitarme la tonta autocensura de mi zona de confort para poder darme cuenta y saber si acaso..remotamente, ese alguien se encuentra igual de aterrorizado como yo lo estoy. Y  con todo ésto dejar de hacerme malabares, de auto censurarme .. de que sin más temores viniera a darle respiración de boca a boca a mi audacia y a mí.


El adiós, otra frase que te ahueca el ala.



* Update: El título se manifestó como un acto profético. Mi audacia brilló por su ausencia y el antagonista  siguió en su clara necesidad de no ser un antagonista conmigo (o al menos esas fueron las señales que torpemente pude descifrar) ¿Estaba igual de aterrorizado que yo? Nunca lo supe, nunca lo sabré. Yo tan nunca, es cierto.

sábado, 27 de agosto de 2011

Amo a los hombres




Sí, los amo.. los amo con un amor que es más grande que yo y que como un océano me envuelve por completo. Y he de atreverme a decírselos con todas las ganas de recordármelo para tener presente este amor desmedido que no puedo contener, después de mucho tiempo de no poder hacerlo.
Sí, amo a los hombres y los amo más aún si son desafiantes, inconformes y rebeldes planeadores de mundos diferentes. Amo mucho menos a los que son ordinarios,a esos que salen de madrugada a construir sus propias ciudades, ordinarias. Amo con compasión y dulcemente a los ambiciosos, que convierten su hombría en una sanguinaria máquina de sumar. Amo por sobre todo a los poetas, que conocen la trascendencia de una conversación y que inventan mundos aparte de una sencilla palabra. Amo a los hombres de colores, que crean belleza para los ojos del mundo en una pieza de arte o en una fotografía. Amo que puedan materializar la más profunda tristeza con colores o el mejor momento de tu vida. Amo a los hombres solitarios, que existen más allá del amor y de la comprensión simple, sumergidos en sus laberintos de gigantes preguntas y que nadan en lo absurdo de sus respuestas. Amo sus esfuerzos, su no pertenencia, sus ganas de pensar distinto. Amo sus dobles intenciones que intuímos de antemano, pero de las cuales nos gusta ser envueltas. Adoro su aroma fuerte pero a la vez suave y las sonrisas insinuantes que me ha regalado uno que otro. Amo la forma en que en algún momento de mi vida uno de ellos se volvió mi droga infalible. Amo la forma en que los más audaces reconocen nuestras diferencias, y te dejan caminar junto a su hombro sin juzgarte por la controversia de tu género. Amo su capacidad de demostrar que aman de una forma distinta a la que anuncian en la tele y la que se inventan en novelas rosa. Amo que sean un complemento en nuestras vidas, amo que sean por un rato o para siempre. Amo a los que me han dejado sentir deseo amoroso, los que me han llenado de besos.Amo a los que en algún momento dejé ir por que me enseñaron a dejarlos libres. Amo los silencios con complicidad que he tenido con un hombre y admitiré de igual forma que los mejores ratos los he pasado con alguno, en sus ojos.
Los amo así, por que la mujer y el amor son cosas inseparables. Amo a los que nunca cambian, a los que cambian pero no cambian del todo. Amo su simpleza y su tranquilidad. Amo que no puedan pensar en dos cosas al mismo tiempo. Amo que insistan, que quieran que hagas lo que quieren...y todo el proceso de convencerte. Amo sus muchas horas de lujuria de todos los días, amo que no la escondan. Amo las formas tan distintas de cada uno de demostrar afecto. Amo a los hombres que lloran cuando es necesario hacerlo, amo esa fortaleza de saberse débil, humano. Amo que no me olviden pero más amo que vuelvan. Amo ese sentirse amada que nos dan a manos llenas. Amo que alguno por ahí lea ésto y sonría sintiéndose apreciado, maravilloso, único. Amo que No todos sean iguales. Amo que el mío, perfectamente imperfecto ande aún por ahí buscándome. Lo amaré cuando llegue. Amo los secretos que se guardan y que nunca nos dicen. Amo que nos escondan su lado suave,amo cuando lo comparten.. Y hago notar que no amo a los hombres por el hecho de ser hombres, sino más que nada por que no son mujeres.


viernes, 19 de agosto de 2011

De jinetes en la tormenta

Acabo de leer la novela autobiográfica del baterista de The Doors Jhon Densmore. El tipo ultra-católico y de familia ultra-conservadora gringa con todas las limitantes mentales que para mí ésto implica, sufrió y gozó hasta llegar al clímax el ascenso y caída (mejor dicho fin, por que nunca cayeron en realidad) de The Doors de una forma tan tierna como poética. El tipo odiaba a Morrison por que él significaba todos los vicios que le enseñaron a odiar en una sola persona. Además de que antes de ser un alcohólico en decadencia, Jim Morrison era sumamente inteligente y no paraba de leer y retar a quién pudiera con sus posturas filosóficas para sublevar mentes.Aunque mucha gente minimice su vida diciendo que era no más que un alcohólico sobrevalorado, puedo afirmar que conozco a borrachos peores sin una pizca de ganas de ponerse a pensar. A su vez, Jhon lo admiraba por que él representaba todo lo que no podía ser o no quería ser y de manera irónica a través suyo y junto con él pudo alcanzar sus grandes sueños de dedicarse a hacer música, en su pequeña mentecita católica. La cual maduró después de un tiempo y comenzó a vivir realmente. Pero bueno, tampoco les voy a contar el libro, hagan coco y lean un poco. Como una anécdota que me encantó, cuenta cómo un día Robby el guitarrista le contó en tono sumamente divertido la última broma que le había hecho Jim Morrison: llamarle a las 4:00 am para gritarle por el teléfono:
- Hola, soy dios. Y he decidido echarte del universo ahora mismo a patadas!
(masomenos textual)
Para luego echarse a reir y colgar abruptamente el teléfono.

El libro se llama "Jinetes en la tormenta" y vale la pena echarle una ojeada, si les gustan The Doors, si les gusta la pérdida de la inocencia y más que nada si les gustan la astucia y el intelecto apreciable, como a mí.


jueves, 4 de agosto de 2011

Demuéstrame que eres humano



Todos los días como por arte inminente, nos conectamos. En el Black Berry, android, iphone, en la laptop, en el ipad..en el cerebro. Hacemos esa danza interminable del inicio en el que intentamos conectarnos con algo ¿con qué? ¿con los demás? ¿con el mundo? Yo me voy aislando a manera de que sea lo único que verdaderamente pueda hacer por decisión. Evadir el pin de mi BlackBerry se volvió un divertido deporte por un tiempo, hasta que un sinfín de reclamos de "incomunicación" inminente se me estrellaron en la cara en dirección directa de a quienes les importo. Regresé al pin. Regresé a conectarme demasiadas horas, dejé de leer como antes...de hablar por teléfono como antes, de salir. Y qué si somos una realidad alterna que se conecta todos los días, esa que habla sin decirse nada verdaderamente importante con gente que nunca ha visto ni muy probablemente vea en toda su vida. ¿A quién le importa? Pero aquí seguimos, pendientes y al servicio de la luz roja que podría significar que alguien quiere conectarse (finalmente) con nosotros. Aunque al final termine siendo una cadena absurda que nos haga rabiar, la esperamos inquietantemente e incluso la alucinamos. ¿Cuántas veces no has imaginado el sonido de tu smart phone cuando ya lo habías apagado? Sucede, es el subconsciente jugándonos una más de sus muchas bromas, es la necesidad absurda de conectarse con algo, con alguien..con lo que sea.
En ese camino absurdo y saturado de ideas que llegan de todas partes a todas horas, tal vez sentimos que estamos comiéndonos el mundo. Pero, ¿quién se come a quién? ¿La tecnología está al servicio del hombre o es alrevés?
Todo ésto se me estrelló en el ánimo al toparme con ésta poesía llena de palabras claves que nos exigen algunos sitios para probar que somos "humanos" y no "robots" ...la ironía.


Captcha from Gabrielle de Vietri on Vimeo.

Y aquí seguimos, conectados en éste mundo virtual lleno de tanta información y tan incomunicados.Haciendo historias fantásticas con palabras que no existían y con las pruebas de humanidad requeridas en éstos tiempos tan proféticamente virtuales. Esperando que en algún momento conectemos con algo, con alguien o con lo que sea.



** El video es de Gabrielle de Vietri y nos lee ‘las palabras clave’ que tenemos que teclear a diario para demostrar que somos humanos, aunque al hacerlo parezcamos robots. Palabras que no habían existido hasta ahora y a través de las cuales podríamos dejar volar nuestra imaginación, si quisiéramos.

Mis viejas

Me propuse hacerme una lista de algunas mujeres, unas famosas y otras no tanto que me hacen sentirme orgullosa de mi género. Y aquí están. ...