martes, 14 de diciembre de 2010

Everywhere I go...

Hacía mucho que no me dejaba guiar por el miedo. Me quedé con tantas ganas de decírtelo. Me quedé con las ganas de que supieras tantas cosas. Ganas de que tus silencios intermitentes y mi excepcional cinismo se dejaran de  burlar de todo. Pero no lo hice, y hoy me arrepiento. Me arrepiento de haber actuado tan mal. De haberte dejado queriendo y que sin darte cuenta me hayas dejado varada sin otra oportunidad latente enmedio de toda tu cortesía.  Tanta amabilidad me dan ganas de llorar, a veces. Y entonces  quiero regresar a ese preciso instante y decirte: ¿hey, estoy alucinando ésto? ¿lo sientes también? Pero ya es inadmisible y me quedo mirándote desde lejos, sintiéndome un poco abandonada y absurda. ¿Lo imaginé todo? ...es increíble como pude inventarme toda una historia de manera autoinducida: directo a la catástrofe. Lo peor de todo es que nunca sabré. Sospecho que no lo dirías entre tan ilimitada cortesía. Entonces doy un suspiro largo por lo que pudo haber sido, por los arrepentimientos y por ese solo momento fantástico en que todo lo sólido se desvanecía en el aire entre nosotros. Es cierto, lo imaginé todo. Y eso me perseguirá siempre, a donde vaya.





También guardo silencio para luego, 
cuando ya ni incomodarse sea bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mis viejas

Me propuse hacerme una lista de algunas mujeres, unas famosas y otras no tanto que me hacen sentirme orgullosa de mi género. Y aquí están. ...