martes, 13 de septiembre de 2011

Manifiesto mexican curious ( para nada lo mismo que una manifestación)

“México: País de hue...”; decimos como si por decirlo se pintara una línea imaginaria que nos separara de ellos, de los “otros mexicanos”.Y nos sentimos tan “outsiders” tan ajenos a toda la parafernalia fatalista, retrógrada y tercer mundista. Lejanos de la pobreza, la injusticia social, la tranza y aquel símbolo del mexicano sombrerudo con sarape descansando bajo el nopal con la botella de tequila no somos nosotros, es otro. Esa  línea imaginaria está siempre presente y se manifiesta últimamente para ser un poco más vanguardista, en las redes sociales más comunes a manera de un despampanante “activismo de click y enter”, como si se tratara de la última neurona de Ninel Conde. Como si sirviera de algo. Como si sirviera.
  Pero los mexicanos siempre hemos tenido una opción menos fatalista, una vía alterna antes de caer en cualquier juicio que no sea el nuestro: Somos unos mártires. Alegres, graciosos, pero mártires. Vale recordar como antecedente histórico y como referencia, toda la desgracia que Ismael Rodríguez  nos describiera en “Nosotros los pobres ". El monumento fílmico de nuestra cultura popular que desde 1947 nos construyó una identidad nacional a la cual caímos  rendidos. Lloramos con Pepe el Toro, nos identificamos con la miseria y la mala suerte. ¿Quién querría ser rico para quedarse solo como la abuela de Chachita? ¿Quién no querría tener unas amistades tan alegremente alcohólicas como la Guayaba y la Tostada? ¿Quién no ya las tiene? ¿A quién ya le pusieron cualquiera de los dos apodos? ¿Quién no asegura vivir a diario un “melodrama urbano”?  No faltará alguien que diga: es que por eso somos así, eso aprendimos del cine mexicano y la televisión echándole la culpa a alguien más, de nuevo. Y qué bonita vecindad como diría El Chavo del ocho mientras algún adulto intolerante le golpeaba la cabeza para que luego le diera una “chiripiorca” como alguna manifestación de daño neurológico nunca diagnosticado, ahh tan bonitos los 70s con todo y su maltrato infantil en cadena nacional. Con la pena, pero el que piense que el programa de El Chavo tuvo una influencia positiva en nuestra sociedad y nos dá identidad como mexicanos definitivamente vive en un barril. Y ese es el verdadero problema: damos por verdad absoluta cualquier estupidez.
Tal vez no pueda describir a ciencia cierta lo que somos, pero sé a ciencia cierta que no podemos ser  un mes de septiembre al año con una venta profusa de banderitas de probable procedencia asiática, no somos mexicanos por entregarnos  en cuerpo y alma a la Selección Nacional  en medio de un partido, orgullosos cuando ganan y avergonzadamente mal agradecidos cuando pierden.
El “Verde que te quiero verde” en un sueño de “suave patria” se ha transformado desde hace muchas generaciones a una simple y descolorida “green card” cuando nuestra gente sigue fugándose al patio trasero de nuestro vecino millonario por que aquí “no hay de dónde” así como para “estudiar la maestría” o para “ganar en dólares” porque la falta de identidad nacional es como el hambre: no distingue de clases sociales.
 Podríamos decir: soy mexicano porque nací en México y listo, pero hoy quisiera pensar que somos o podemos llegar a ser mucho más que eso. Más que una queja absurda lanzada al vacío alejada de las acciones efectivas, más que una guerra contra el narcotráfico que no da cabida a opciones alternativas, más que una sociedad que no propone y solo descompone  en la crítica de interés y beneficio personal, más que políticos a quienes no se les exige transparencia y eficacia, más que gente que se conforma sin cuestionar todo lo que sucede a su alrededor, más que buscar culpables, buscar soluciones. ¿Qué tal comenzar a interesarnos más en conocer la historia patria tal y como es? ¿Qué tal informarnos más en la política, organización y funcionamiento de nuestro país? ¿Qué tal manifestarnos verdaderamente actuando de manera distinta a como estamos acostumbrados como mexicanos: tranzando y perjudicando a los demás? Si no lo hacemos ¿quiénes son los verdaderos hue....? No necesitamos un país de “huevones” necesitamos un país con huevos. Y entonces sí podríamos decir, que viva México, cab.... O mejor que re-viva México, que ya va siendo hora.




Arbitrario monumento a Los Montejo en la ciudad de Mérida. Tras varias manifestaciones a poca gente le incomoda o poca gente sabe de historia. 
                             ¿Si tu padre torturara y humillara a tu madre durante más de quinientos años
                                                         le pondrías  un monumento?
           

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mis viejas

Me propuse hacerme una lista de algunas mujeres, unas famosas y otras no tanto que me hacen sentirme orgullosa de mi género. Y aquí están. ...