sábado, 27 de agosto de 2011

Amo a los hombres




Sí, los amo.. los amo con un amor que es más grande que yo y que como un océano me envuelve por completo. Y he de atreverme a decírselos con todas las ganas de recordármelo para tener presente este amor desmedido que no puedo contener, después de mucho tiempo de no poder hacerlo.
Sí, amo a los hombres y los amo más aún si son desafiantes, inconformes y rebeldes planeadores de mundos diferentes. Amo mucho menos a los que son ordinarios,a esos que salen de madrugada a construir sus propias ciudades, ordinarias. Amo con compasión y dulcemente a los ambiciosos, que convierten su hombría en una sanguinaria máquina de sumar. Amo por sobre todo a los poetas, que conocen la trascendencia de una conversación y que inventan mundos aparte de una sencilla palabra. Amo a los hombres de colores, que crean belleza para los ojos del mundo en una pieza de arte o en una fotografía. Amo que puedan materializar la más profunda tristeza con colores o el mejor momento de tu vida. Amo a los hombres solitarios, que existen más allá del amor y de la comprensión simple, sumergidos en sus laberintos de gigantes preguntas y que nadan en lo absurdo de sus respuestas. Amo sus esfuerzos, su no pertenencia, sus ganas de pensar distinto. Amo sus dobles intenciones que intuímos de antemano, pero de las cuales nos gusta ser envueltas. Adoro su aroma fuerte pero a la vez suave y las sonrisas insinuantes que me ha regalado uno que otro. Amo la forma en que en algún momento de mi vida uno de ellos se volvió mi droga infalible. Amo la forma en que los más audaces reconocen nuestras diferencias, y te dejan caminar junto a su hombro sin juzgarte por la controversia de tu género. Amo su capacidad de demostrar que aman de una forma distinta a la que anuncian en la tele y la que se inventan en novelas rosa. Amo que sean un complemento en nuestras vidas, amo que sean por un rato o para siempre. Amo a los que me han dejado sentir deseo amoroso, los que me han llenado de besos.Amo a los que en algún momento dejé ir por que me enseñaron a dejarlos libres. Amo los silencios con complicidad que he tenido con un hombre y admitiré de igual forma que los mejores ratos los he pasado con alguno, en sus ojos.
Los amo así, por que la mujer y el amor son cosas inseparables. Amo a los que nunca cambian, a los que cambian pero no cambian del todo. Amo su simpleza y su tranquilidad. Amo que no puedan pensar en dos cosas al mismo tiempo. Amo que insistan, que quieran que hagas lo que quieren...y todo el proceso de convencerte. Amo sus muchas horas de lujuria de todos los días, amo que no la escondan. Amo las formas tan distintas de cada uno de demostrar afecto. Amo a los hombres que lloran cuando es necesario hacerlo, amo esa fortaleza de saberse débil, humano. Amo que no me olviden pero más amo que vuelvan. Amo ese sentirse amada que nos dan a manos llenas. Amo que alguno por ahí lea ésto y sonría sintiéndose apreciado, maravilloso, único. Amo que No todos sean iguales. Amo que el mío, perfectamente imperfecto ande aún por ahí buscándome. Lo amaré cuando llegue. Amo los secretos que se guardan y que nunca nos dicen. Amo que nos escondan su lado suave,amo cuando lo comparten.. Y hago notar que no amo a los hombres por el hecho de ser hombres, sino más que nada por que no son mujeres.


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